Introducción al síndrome de fatiga relacionado con el cáncer

Marion Debus

Última actualización: 21.10.2021

El síndrome de fatiga relacionada con el cáncer (FRC) está presente, en el 58% de los pacientes oncológicos ambulatorios, se expresa como el síntoma diario más relevante y además es vivenciado por ellos como no tratado en forma suficiente. En pacientes bajo quimioterapia y terapia con rayos el FRC forma con un 70 – 92% el cuadro de molestias más frecuente. En la situación paliativa más del 70% de los pacientes se hallan afectados y si están bajo tratamiento quimioterapéutico casi un 100%.  Entre los pacientes libres de recidivas, en especial aquellos con un diagnóstico de linfoma o de cáncer de mama, aún después de uno a ocho años a partir del diagnóstico inicial, un 20 – 36% de los pacientes sufre de FRC, lo que lleva a los pacientes, aún a los jóvenes, a una imposibilidad laboral y consecuentemente a una situación de renta prematura (1, 2).

El paciente vivencia la fatiga relacionada con el cáncer a tres niveles distintos:

  • Vitalidad reducida (cuerpo físico y etérico): se vivencia subjetivamente como falta general de energía, pesadez en los miembros con sensación persistente de agotamiento físico y extenuación; de ello resultan dificultades para llevar a cabo las tareas diarias. Luego de esfuerzos la sensación de cansancio perdura aún horas después, y en esfuerzos mayores pueden extenderse hasta al día subsiguiente.
  • Anímico-afectiva (cuerpo astral): dificultades en la motivación y en el impulso, tendencias depresivas y de retiro social.
  • Limitaciones cognitivas (organización del yo): dificultades en la atención, en la memoria inmediata y en la concentración, que en el transcurso prolongado de la enfermedad se van haciendo más apremiantes.

Un problema del ritmo circadiano

La fatiga relacionada al cáncer se relaciona con una alteración del ritmo sueño/vigilia. Como el reverso de la medalla de FRC se habla entonces del insomnio por FRC.  En las dificultades causadas por insomnio las más frecuentes son: un sueño liviano con frecuentes despertares durante la noche, una reducción de las fases de sueño profundo, dificultades para conciliar el sueño o despertarse muy temprano. También se observa la necesidad patológica de dormir demasiadas horas, un sueño prolongado (hipersomnia). En general falta la sensación matinal de descanso y de sentirse refrescado, lo que tiene como consecuencia que la vigilia diurna curse con cansancio y agotamiento.
Se pierde la polaridad fisiológica de la vigilia diurna activa y del sueño reparador nocturno – la noche se halla atravesada por fases de vigilia, y la vida diurna cursa con agotamiento y cansancio, sin poder desarrollar las actividades deseadas.

¿De dónde proviene el cansancio que aparece al final del día y la restauración que experimentamos al despertarnos a la mañana refrescados? Durante la vigilia diurna la organización del yo y el cuerpo astral actúan, a través de la actividad de la consciencia, desgastando y degradando las fuerzas vitales del cuerpo etérico. En otras palabras: una parte de las fuerzas activas del cuerpo etérico que son responsables del crecimiento, la regeneración y del metabolismo basal durante el día, son transformadas por el yo y el cuerpo astral en fuerzas de la consciencia y en la fuerza muscular.

Nota : la actividad espiritual en la vigilia y la capacidad de concentración (capacidad de pensar) es tendencialmente máxima a la mañana, alrededor de las 10 horas, mientras que la actividad consciente que vive en el movimiento del cuerpo (fuerza muscular) tiene su máximo alrededor de las 17 horas. En el curso del día la organización del yo y el cuerpo astral aumentan su actividad de alguna manera comenzando desde arriba, desde el ámbito de la cabeza, bajando hacia los miembros.

Durante la noche el cuerpo astral y la organización del yo se retiran de su actividad consciente, la consciencia diurna se apaga y los movimientos musculares cesan. En la fase que precede al sueño el cansancio que resulta del desgaste de la vitalidad del día es percibido como cansancio, sensación de pesadez, falta de interés y de concentración y una limitación de la memoria.

La necesidad de dormir se expresa en la “añoranza” del yo y del cuerpo astral, de unirse de nuevo con las fuerzas del cosmos, que son las que dan forma sabia y vital y que surgen debido a la actividad catabólica derivada de la consciencia diurna. Durante la fase embrional, que el ser humano atraviesa dormido, se construye todo el organismo. Cada noche, cuando la actividad despierta, consciente y representativa descansa, esta fuerza formativa del ser humano recibe los impulsos a partir de los cuales los órganos reciben su forma, su vida y su regeneración– correspondiendo a sus protoimágenes espirituales.



Fig. 1: Actividad diurna y nocturna de la organización del yo y el cuerpo astral (actividad diurna = roja, actividad nocturna = azul)

En la fatiga relacionada con el cáncer este ritmo alterno se halla profundamente perturbado: la organización del yo y el cuerpo astral no se unen de día en forma sana con el cuerpo físico y el cuerpo etérico, pero por otro lado no pueden desprenderse efectivamente durante la noche, por lo cual la actividad anabólica conformadora no puede actuar en forma suficiente. Esto lleva por un lado a los síntomas característicos de fatiga y por el otro se comprende el significado pronóstico conocido de la FRC, en la cual la actividad nocturna del cuerpo astral y de la organización del yo es demasiado débil. Esto fisiológicamente se expresa, como ejemplo, en la secreción nocturna de melatonina, que por un lado se relaciona con un sueño sano y por otro tiene efectos inmunoestimulantes y antitumorales (3).

Principios terapéuticos generales

El tratamiento de FRC debería comenzarse en el momento de recibir el primer diagnóstico, en el sentido de una prevención primaria (la así llamada pre-habilitación) y acompañar toda la fase terapéutica (4). Su principal accion se halla en la fase siguente al tratamiento primario, o sea, en los casos en los que las terapias coadyuvantes como quimioterapia y rayos se hacen necesarias. En la fase paliativa es parte de un tratamiento sintomático multifacético.

Dialogo en el contexto del primer diagnóstico

En el marco del primer diagnóstico, las conversaciones en torno al pronóstico del transcurso de la enfermedad tienen un significado importante en el desarrollo ulterior de la misma. Existen datos de una investigación relacionada a la asistencia médica. Las pacientes con carcinoma de mama con quimioterapia coadyuvante, que en el marco de la comunicación del diagnóstico tienen la oportunidad de un dialogo exhaustivo, con consejos médicos y trabajo biográfico, luego de medio año presentan significativamente menos síntomas de fatiga (5). El hecho, frecuentemente traumático, de recibir un diagnóstico de cáncer es difícil de integrar en la totalidad de la biografía propia, sobre todo teniendo en cuenta los síntomas relacionados a FRC.

Psicooncología y desarrollo interior

En la recomendación de las terapias en todas las intervenciones psicooncológicas, se trata siempre de partir desde lo individual y desde los deseos del paciente. La meta principal es apoyar al paciente en su camino hacia sí mismo y capacitarlo para que pueda andar con autonomia por ese camino. El tratamiento psicooncológico por lo tanto va variando en cada momento del tratamiento: en el diagnóstico, la fase terapéutica, la integración de la enfermedad, en la propia biografía y en la fase paliativa.

Los ejercicios para el fortalecimiento anímico-espiritual y para el desarrollo interior, brindan un apoyo importante que el paciente puede realizar autónomamente por sí mismo con indicaciones como:

  • Ejercicio para fortalecer el pensar
  • Abstenerse de toda especulación
  • Completar las percepciones inconclusas
  • Ejercicio para el manejo de los sentimientos
  • Ejercicio para la voluntad
  • Ejercicio para la positividad
  • Ejercicio combinado para dominar el stress
  • Ejercicio para la calma interior
  • Mirada retrospectiva del día
  • Meditación (6).

Movimiento corporal

El movimiento corporal con ejercicios aeróbicos realizados 3 – 5 veces por semana durante 30 – 45 minutos, conduce a la organización del yo y el cuerpo astral en forma sana hacia el cuerpo físico y el cuerpo etérico, produciéndose un efecto positivo sobre la fatiga. Actualmente es considerado como la medida de oro en la medicina convencional para el tratamiento de la fatiga (1, 2). En oposición al entrenamiento mecánico está la locomoción o caminata en la naturaleza libre que, además del movimiento físico, también provee al alma impresiones sensoriales vivas – como el cambio en la vegetación en el curso del año o la observación de las condiciones del clima y los cambios de la luz – que mueven en forma sana y al mismo tiempo proveen calma y relajación.

Terapia con viscum

La terapia con viscum – ya sea acompañando a la quimioterapia, la terapia antihormonal, la terapia con anticuerpos, rayos, etc., o como terapia única – mostró efectos positivos sobre la fatiga y la calidad del sueño, en numerosos estudios, siendo entonces profilaxis y base del tratamiento de la fatiga en la medicina antroposófica en todos las etapas de la enfermedad.
Ver también:
www.terapiademuerdago.com .

Ritmo

Como ya se describió, las alteraciones del ritmo, sobre todo del ritmo día-noche, son el problema central de la fatiga asociada al cáncer. En el concepto terapéutico interprofesional se pone el foco en este aspecto. En un estudio actual, multicéntrico, aleatorio con pacientes de cáncer de mama en una situación adyuvante (7) se aplicó este concepto multimodal con euritmia terapéutica, terapia de pintura, psicoeducación y educación del sueño – comparándolo con el entrenamiento aeróbico. Se notó un rendimiento significativamente superior del programa multimodal en parámetros esenciales de la fatiga, comparado al entrenamiento aeróbico. En un programa de intervención de 10 semanas el grupo de intervención cumplió una vez por semana el siguiente programa:

16.00 – 16.15 horas         Salutación y evaluación
16.15 – 17.00 horas         Euritmia terapéutica
17.00 – 17.15 horas         Pausa
17.15 – 18.30 horas         Psicoeducación y educación del sueño
18.30 – 18.45 horas         Pausa
18.45 – 19.30 horas         Terapia de pintura
19.30 – 19.45 horas         Conversación posterior y evaluación

Todas las terapias estaban orientadas hacia el tema del ritmo para que los pacientes puedan vivenciar las consecuencias de su actuar. La educación del sueño contenía además de la información y la comprensión general de la cronobiología, las posibilidades de una conformación concreta autónoma del ritmo y su estabilización en el transcurso del día individual.

Los resultados tienen que ser confirmados aún en estudios colectivos de pacientes, pero el concepto ya puede servir como una base para programas de rehabilitación multiprofesional en pacientes con síndrome de fatiga asociado al cáncer.

Bibliografía

  1. Kröz M, Zerm R, Brauer D, Debus M, Quetz M, Gutenbrunner C, Girke M. Das Cancer-Fatigue-Syndrom – Pathophysiologisches Verständnis und Therapie. Der Merkurstab 2009;62(4):326-329.
  2. Gutenbrunner C, Girke M, Dimeo F, Matthes H, Kröz M: Das Cancer Fatigue Syndrom – eine Übersicht. Physikalische Medizin, Rehabilitationsmedizin, Kurortmedizin 2010;20(2):86–91.[Crossref]
  3. Zerm R, Kröz M, Bartsch C, von Laue HB, Girke M. Melatonin und Schlafparameter in Abhängigkeit von der vegetativen Ausgangslage – eine Pilotstudie. Der Merkurstab 2008;61(6):545-551.
  4. Giles C, Cummins S. Editorial: Prehabilitation before cancer treatment A great idea in theory, somewhat trickier in practice. The BMJ 2019;366:l5120.[Crossref]
  5. Thronicke A, Kröz M, Merkle A, Matthes H, Herbstreit C, Schad F. Psychosocial, Cognitive, and Physical Impact of Elaborate Consultations and Life Review in Female Patients with Non-Metastasized Breast Cancer. Complementary Medical Research 2018;25(2):92-101.[Crossref]
  6. Quetz M. Gesichtspunkte anthroposophischer Psychosomatik und Psychotherapie in der Onkologie. Der Merkurstab 2009;62(4):398-405.
  7. Kröz M, Reif M, Glinz A, Berger B, Nikolaou A, Zerm R, Brinkhaus B, Girke M, Büssing A, Gutenbrunner C and on behalf of the CRF-2 study group: Impact of a combined multimodal-aerobic and multimodal intervention compared to standard aerobic treatment in breast cancer survivors with chronic cancer related fatigue - results of a three-armed pragmatic trial in a comprehensive cohort design. BMC Cancer 2017;17:166.[Crossref]

Research news

Phase IV trial: Kalium phosphoricum comp. versus placebo in irritability and nervousness 
In a new clinical study, Kalium phosphoricum comp. (KPC) versus placebo was tested in 77 patients per group. In a post-hoc analysis of intra-individual differences after 6 weeks treatment, a significant advantageof KPC vs. placebo was shown for characteristic symptoms of nervous exhaustion and nervousness (p = 0.020, p = 0.045 resp.). In both groups six adverse events (AE) were assessed as causally related to treatment (severity mild or moderate). No AE resulted in discontinuation of treatment. KPC could therefore be a benefical treatment option for symptomatic relief of neurasthenia. The study has been published open access in Current Medical Research and Opinion:  
https://doi.org/10.1080/03007995.2023.2291169.