La terapia musical durante elembarazo

Viola Heda

Última actualización: 20.10.2022

La terapia musical antroposófica para embarazadas es una rama de las terapias artísticas antroposóficas y se puede ejercitar tanto en hospital como en el consultorio ambulatorio. La antroposofía concibe al hombre como un ser con dimensión física, anímica y espiritual. Los elementos musicales de la terapia se seleccionan conforme a aspectos holísticos y antropológicos. Según Rudolf Steiner, la música permite experimentar al ser humano la entrada sonora del mundo espiritual (1); de esta manera la música se puede describir como un elemento que une el cosmos y la tierra.

La terapia musical suele emplearse principalmente al comienzo o al final del embarazo, ya que en estas dos fases suelen ser más frecuentes las complicaciones, por ejemplo, hiperémesis del embarazo, hemorragias, insuficiencia del cérvix uterino o contracciones prematuras.

La terapia musical puede acompañar a las mujeres embarazas con diferentes métodos. Al escuchar la música, la futura madre se concentra en la escucha y en el silencio. La percepción concreta de la música estimula los procesos vitales y mejora la conexión con el propio cuerpo y la sensación de sentirse a gusto en él. La creación musical activa, también forma parte de la terapia.

Al comienzo del embarazo

Al comienzo del embarazo la mujer se encuentra en una fase vital de cambio. Las hormonas apoyan al cuerpo para que se adapte a las nuevas funciones, pero estos cambios también pueden generar inquietud psíquica. Muchas futuras madres tienen que adaptar sus condiciones externas y transformar sus vidas. En esta fase tan sensible, el hecho de ser ingresada en el hospital puede suponer una carga adicional para la mujer. En estos casos las futuras madres necesitan abrigo, protección, seguridad, confianza y sobre todo, el sentimiento de ser comprendidas.

La hiperemesis del embarazo, la sensación de náusea y vómitos, son síntomas frecuentes al comienzo del embarazo, como también lo pueden ser las pérdidas súbitas de sangre. Cuando se producen, la embarazadas tienen miedo de perder al bebé, se sienten inseguras y a disgusto. Para algunas, esto significa varias semanas de estrés y agotamiento.
En estos casos, la terapia musical puede acompañar a la futura madre a nivel físico, anímico y espiritual. La relajación física, el alivio psíquico y el alimento espiritual que proporcionan la música y el diálogo pueden ayudar a que la mujer pueda dominar la situación. En estos casos las pacientes describen la música como un camino para salir de la espiral de pensamientos. Otras perciben la música como algo que las vuelve a conducir hacia sí mismas y que les da confianza para emprender con ánimo esta nueva etapa, aun cuando el proceso de transformación parezca difícil al principio.

El final del embarazo

Hacia final del embarazo existe el riesgo de que se produzca un parto prematuro por contracciones, insuficiencia del cérvix uterino o alteraciones del metabolismo. Esto obliga a muchas mujeres a guardar cama durante semanas enteras para evitar que el niño nazca antes de tiempo. A muchas mujeres les cuesta. De nuevo vemos a la futura madre preocupada y con miedo. Puede llegar a vivir este período como una carrera de obstáculos. A veces la mujer deja de sentir la unión con su futuro hijo.

El objetivo de la terapia musical en este caso es conseguir relajar física y anímicamente a la futura madre, ayudarle a mejorar la percepción de su propio cuerpo y reforzar el vínculo madre e hijo. Los estudios más recientes demuestran que el feto ya es capaz de escuchar los ruidos y los sonidos del mundo exterior a partir de la semana 16 (2). El efecto positivo que la música ejerce sobre el niño se puede comprobar mediante un cardio-tocógrafo, que mide la frecuencia cardiaca del feto y las contracciones uterinas. 

A menudo las madres afirman que sienten la reacción del niño ante estímulos externos agradables, como la música, la voz de la madre o del padre. Otras pacientes expresan que la música les aporta una capa protectora, que con la música se sienten más unidas a su niño y mejora su sensación de bienestar físico.

A continuación, describimos los diferentes procedimientos de la terapia musical de forma más concreta.

Terapia musical receptiva

Una parte importante de la terapia musical en ginecología es la terapia receptiva. Es decir, una terapia en cual la paciente no actúa, sino que escucha pasivamente la música externa. El proceso auditivo cobra protagonismo. Surgen calma, paz, atención. En el momento en que se apaciguan las espirales de pensamientos cargados de temor, se afloja la tensión y disminuye la sensación de malestar. La paciente se vuelve a sentir más libre y experimenta la gran sacralidad en su cuerpo.

Otra posibilidad es emprender un viaje imaginario con los sonidos. La fuerte dependencia corporal se libera gracias al sonido y de esta manera se posibilita la experiencia anímico-espiritual-imaginativa. Surgen espacios interiores de libertad que ayudan a la paciente a afrontar mejor el día a día.

En la terapia musical receptiva con embarazadas es preferible utilizar instrumentos que emitan sonidos fluidos y bajos y que dialoguen en lo que denominamos el sistema rítmico, como por ejemplo, la lira. Este instrumento armoniza los procesos cardio-circulatorios y regula la respiración.

Imagen 1: Lira tenor © Viola Heda

Los objetivos de la terapia musical receptiva son:

  • Relajar
  • Conseguir calma y tranquilidad
  • Poder escuchar
  • Deshacer las espirales de pensamientos
  • Generar confianza

Terapia de resonancia

Al final del embarazo la terapia de resonancia juega un papel importante. Se trata de un medio músico-terapéutico en el que las pacientes escuchan la música y al mismo tiempo van percibiendo su vibración.

En la terapia musical antroposófica se emplea la lira monocorde, la lira Tao o la lira Bordun. Los instrumentos se apoyan en distintas partes del cuerpo y se tocan con un ritmo fluido y pausado, si hace falta, acompañándolos con la voz.

Puesto que durante el embarazo fluye un mayor volumen de sangre por el cuerpo de la mujer y ésta experimenta un aumento del peso y cambios hormonales y con el reposo prolongado suelen afectarse los procesos metabólicos, las vibraciones, que se pueden trasladar directamente al cuerpo, pueden estimular los procesos metabólicos y transmitir una sensación de bienestar físico.

Imagen 2: Lira Tao © Viola Heda

Objetivos de la terapia de resonancia:

  • Relajar las tensiones físicas y anímicas
  • Relajar la musculatura y los calambres
  • Estimular los procesos metabólicos vegetativos
  • Regular los procesos respiratorios
  • Mejorar la percepción corporal

Terapia musical activa

En la terapia musical activa la paciente toca ella misma el instrumento. De esta manera la futura madre puede activarse de forma creativa y establecer un contacto musical consigo misma y con su hijo. Mediante esta actividad musical creativa podemos transmitir a las madres, qué se encuentran en una situación vital tan peculiar; que las fuerzas creativas del espíritu también trabajan para crear una nueva vida. Podemos animar a las mujeres a concentrarse otra vez en lo esencial y a tomar distancia de sus miedos y preocupaciones. Al mismo tiempo la actividad creativa ayuda a desplazar la atención de las ideas y sentimientos preocupantes o que generan inseguridad.

Podemos elegir instrumentos fáciles de tocar y que al tocarlos en dúo, interactúen en armonía. Se prestan bien, por ejemplo, la sánsula o la lira Bordun. El arpa infantil o la cítara son idóneas para tocarle al niño cuando está en el vientre. Y podemos seguir tocando para él una vez que ha nacido.
Leer el artículo “Cantar y hacer música para niños pequeños” en
https://www.anthromedics.org/PRA-0905-ES.

Imagen 3: Lira Bordun © Viola Heda

Objetivos de la terapia musical activa:

  • Despejar los pensamientos y sentimientos que crean preocupación
  • Reforzar el vínculo
  • Generar confianza y fe en esta situación de la vida
  • Estimular la autonomía y los procesos creativos

Bibliografía

Research news

Phase IV trial: Kalium phosphoricum comp. versus placebo in irritability and nervousness 
In a new clinical study, Kalium phosphoricum comp. (KPC) versus placebo was tested in 77 patients per group. In a post-hoc analysis of intra-individual differences after 6 weeks treatment, a significant advantageof KPC vs. placebo was shown for characteristic symptoms of nervous exhaustion and nervousness (p = 0.020, p = 0.045 resp.). In both groups six adverse events (AE) were assessed as causally related to treatment (severity mild or moderate). No AE resulted in discontinuation of treatment. KPC could therefore be a benefical treatment option for symptomatic relief of neurasthenia. The study has been published open access in Current Medical Research and Opinion:  
https://doi.org/10.1080/03007995.2023.2291169.