Niños y el Coronavirus

Fundamentos para la campaña “Aquípuedo estar” del grupo de trabajo Embarazo – Nacimiento – Primera infancia de la Sección Médica y Pedagógica del Goetheanum

Christoph Meinecke, Karin Michael

Última actualización: 07.12.2021

Muchos padres, abuelos, educadoras(es), maestras(os) y médicas(os) se preguntan qué impacto tiene la pandemia actual en la salud de los niños.

Aquí deseamos presentar por qué es importante, justamente ahora, concentrarse en las necesidades básicas de los niños, que existen en cualquier momento e independientemente de una pandemia y cuyo cumplimiento es un requisito previo para una infancia saludable y lograda. Al reconocer que muchos niños sufren bajo la pandemia y al mismo tiempo algunos prosperan y se recuperan bajo las mismas circunstancias, entenderemos mejor lo que hoy en día necesitan nuestros niños. Esto es lo que tenemos que darles para que puedan crecer, desarrollarse y ser personas sanas, capaces, educadas y dinámicas.

Niños y Coronavirus

Actualmente, no podemos partir de la idea de que los niños son los que impulsan la pandemia. Esto se desprende de las declaraciones del Instituto alemán Robert Koch (1) y de varias otras publicaciones. La virulencia del virus parece aumentar con la edad y a partir de aproximadamente los 12 años parece corresponder a la de los adultos. La virulencia más baja se da en niños pequeños en los primeros tres años de vida (2). Lo mismo ocurre con la susceptibilidad. Si bien las(os) maestras(os), pedagogas(os) muestran una tasa de notificación por enfermedad de dos a cuatro veces mayor por COVID-19 en comparación con la población general, esto no los diferencia de otras profesiones que se asocian a contactos sociales estrechos inevitables, como lo son otros campos de actividades educativas y las actividades médicas, terapéuticas y de enfermería. Al mismo tiempo, la proporción de adultos que provocan brotes de infección en las escuelas es significativamente mayor que la de los niños (2). Por lo tanto, las infecciones no provienen primariamente de niños y escolares (3). La guía alemana S3 "Medidas para la prevención y el control de la transmisión del SARS-CoV-2 en las escuelas" tiene en cuenta esto y recomienda medidas de higiene de bajo umbral que puedan garantizar adecuadamente que las escuelas se abran y se mantengan abiertas (4). Aunque la carga viral en los niños aparentemente no es diferente a la de los adultos, el curso de COVID-19 en los niños es leve en la gran mayoría de los casos. Esto se ha relacionado con una posible inmadurez aún existente del sistema inmunológico.

La mitad de las infecciones infantiles cursan sin síntomas. La otra mitad muestra signos inespecíficos leves de infecciones inofensivas de las vías respiratorias. Ocasionalmente hay fiebre y afección gastrointestinal y muy raramente alteraciones respiratorias o sensoriales. Una gran parte de las infecciones infantiles por SARS-CoV-2 no se registran. Los estudios muestran hasta 6 veces más niños con detección de anticuerpos en la sangre que los casos reportados (5). Esto indica que los niños, con sus muchos cursos inaparentes, podrían contribuir en una parte considerable al establecimiento de la inmunidad de rebaño. Esto generalmente se ve en un 60-70%, lo que significa que la pandemia se termina cuando el 60-70% de todas las personas tienen anticuerpos. Aún es incierto, si esta proporción estimada seria suficiente para las nuevas variantes del virus. También hay voces, que consideran poco realista el establecimiento de la inmunidad de rebaño. Esto se fundamenta, entre otras cosas, con el hecho de que el virus se encuentra modificando constantemente su estructura genética, parecido al virus de la gripe, también podríamos estar expuestos a una nueva variante del SARS-CoV-2 en cada nueva temporada, es decir, anualmente (6). Independientemente de esto, la competencia inmune adquirida contra el SARS-CoV-2 aparentemente no impide de manera segura una infección posterior, pero si puede reducir significativamente la manifestación y la gravedad de una nueva infección. Por lo tanto, parece deseable que los niños adquieran su propia competencia inmunológica de forma natural y que se ofrezcan vacunas de manera orientada a los recursos y dirigidas a los grupos de población en riesgo.

Necesidades de los niños y su estado actual de salud

Desde hace mucho tiempo es una preocupación el estado de salud de nuestros niños y jóvenes. En particular, el aumento de las alergias y la obesidad, así como los trastornos del aprendizaje y del comportamiento, se atribuyen a un entorno de vida cada vez más antinatural y restrictivo en el que crecen muchos niños. La contaminación del aire, la carencia de movimiento, la urbanización, la sobreestimulación y los medios de pantalla afectan a los niños. Muy pocos niños tienen garantizados los tiempos de movimientos diarios requeridos de 1,5 a 3 horas y las cinco porciones de verduras y frutas por día, recomendados por la OMS. Vivencias en la naturaleza, espacios verdes y la posibilidad de una mirada a la distancia están fuera del alcance de muchos niños. Además, la vida de la mayoría de las familias de hoy se basa en el cuidado institucional temprano con períodos correspondientemente cortos de convivencia familiar. Las necesidades básicas de nuestros niños, de tener rutinas de vida saludables y ordenadas, de espacios libres para el juego, el movimiento, la exploración y el impulso hacia la investigación, así como lazos familiares seguros, los cuales brindan seguridad, interés amoroso y reconocimiento, se pierden cada vez más de vista. No en vano, el recientemente fallecido y muy respetado pediatra del desarrollo suizo, Remo Largo dijo allá por el 2017: "Las cosas no pueden seguir así." (7) El exigió más espacios de desarrollo individual para los niños y comunidades de vida intergeneracional. "No estamos hechos para vivir en una sociedad de masas anónimas. Necesitamos una comunidad de vida estable y sostenible a nuestro alrededor. La pequeña familia nuclear no es suficiente para eso." (7) Las restricciones de contacto, como las impuestas intergeneracionalmente en la lucha actual contra la pandemia, son lo contrario de lo que los niños necesitan para un desarrollo saludable. Estas tienen que reducirse al mínimo y ser lo más breves posibles. En el discurso de la sociedad en su conjunto, las necesidades de los niños tienen que tener la misma importancia que la utilización de las unidades de cuidados intensivos o las tasas de mortalidad relacionadas a la edad.

Efectos de la Pandemia en los Niños

Los niños y los jóvenes ya ahora están sufriendo enormemente por las medidas adoptadas para combatir la pandemia. De hecho, son los más agobiados por las medidas, pero los menos afectados directamente por la enfermedad (8). Se ha comprobado el aumento de los trastornos anímicos y psicosomáticos durante la pandemia. Así es como ya en la primera ola hubo un aumento de dolores de cabeza, dolores abdominales, desánimo, nerviosismo, irritabilidad y trastornos del sueño. La calidad de vida autoevaluada de los niños también disminuyó. Además, el 70% de todos los niños encuestados en la primera ola declararon estar considerablemente agobiados por la crisis del Coronavirus. Después de la segunda ola superó el 80% (9). Tal estrés tiene efectos negativos considerables en la salud de una persona a lo largo de toda su vida. Este conduce a la inmunosupresión, la susceptibilidad a la infección, la reducción de la eficacia de las vacunas, el aumento de las complicaciones infecciosas, el aumento de la mortalidad, el aumento de la carga de la enfermedad y la reducción de la expectativa de vida. Además, los niños se ven afectados de un aumento considerable, con más frecuencia durante la pandemia, de la carencia del movimiento, de aumento de peso, un comportamiento agresivo, trastornos de concentración, depresión, miedos, pánico y conductas compulsivas. Al igual que en las infecciones, estos trastornos ocasionados por la pandemia afectan con mayor frecuencia a los niños socialmente más débiles.

La difícil situación de muchos niños debido a la pandemia del coronavirus es global. La presión que pesa sobre sus familias en especial, les afecta duramente. Las oportunidades de educación y desarrollo desaparecen. Cada vez más niños, no sólo en los países más pobres, sufren las consecuencias económicas y sociales de la crisis. Y para los más pobres de los pobres crece con ello la desnutricion en una dimensión insoportable (10).

¿Qué podemos hacer? ¿Qué necesitan nuestros niños y sus familias ahora?

Sobre todo, quizás esto: ¡ánimo para los padres, alegría de vivir para los niños!

El niño necesita la certeza de que sus necesidades tienen un lugar en la vida, en términos de espacio y tiempo de los padres (11). Necesita positividad, afirmación, reconocimiento, alegría y confianza. Necesita la presencia de los demás, necesita dar y recibir atención del otro. Necesita humor y ligereza, necesita movimiento, naturaleza, un entorno verde (12) y aire para respirar, necesita ritmo y confiabilidad, una alimentación sana y un sueño tranquilo. Necesita momentos en la vida en los que pueda sentirse y más aún en el caso de circunstancias externas adversas que requieren un alto grado de capacidad de adaptación: "Aquí yo soy un ser humano, aquí puedo estar, aquí estoy seguro".

Los padres son los que más se benefician de los consejos prácticos. Cuanto más fácil se entiendan, tanto más eficaces son. En nuestra opinión, los padres, los abuelos, los educadores y los profesores necesitan ser alentados, sobre todo en estos tiempos, para que puedan considerar los efectos sobre los niños y especialmente los efectos sobre la salud que son consecuencia de las medidas pandémicas.

Esto requiere un cambio esencial en la actitud social básica: No son los niños los que amenazan la salud de los adultos, ¡sino que las medidas amenazan la salud de nuestros niños!

Este “reencuadre” (13) abre la posibilidad de encontrar el camino a una nueva capacidad de actuación para poder salir de la rigidez que se ha instalado por el mero cumplimiento de las medidas de protección contra infecciones. La pura preocupación por la salud de los niños, combinada con la asistencia práctica, puede transformarse así en la confianza y la certeza de que los niños pueden ser activos por sí mismos para su bienestar y el desarrollo de su resiliencia.

La campaña "Aquí puedo estar" quiere contribuir a ello. Incluye las siguientes recomendaciones, que resultan de lo presentado hasta ahora.

¿Qué podemos hacer actualmente por el bienestar de nuestros hijos?

  • Brindar a los niños pequeños espacios de desarrollo confiables y sin preocupaciones.
  • Fortalecer confianza y fuerza a través de repeticiones y ritmo.
  • ¡Percibir conscientemente y superar los miedos!
  • ¡Cantar y bailar!
  • ¡Regalar más abrazos, calidez y cercanía!
  • Mantener el lavado de manos como un hermoso ritual y no como una eliminación del peligro.
  • Luego frotar una "gota de oro" de aceite de rosa y oler.
  • Hacer algo significativo en conjunto: cocinar, hornear, limpiar, ordenar
  • Redescubrir la fuerza de la naturaleza:
    -      Somos más libres al aire libre.
    -      Los animales pueden curar el alma infantil, fomentar el movimiento y aportar alegría.
    -      En el bosque se puede respirar profundamente y se vuelve sano.
    -      Sembrar flores y berros y verlos crecer.
    -      Encontrar "mis" lugares, mi árbol, mi arroyo; esto da sostén.
    -      Sumergirse en el juego intenso y la percepción sensorial.
    -      Jugar con el barro, la arena y el agua.
    -      Reírse mucho.
    -      Contar historias.
    -      Vivenciar pequeña aventuras.
    -      Hornear pan en palo al fuego
    -      Vivenciar pruebas de valor y superar resistencias.

¡La protección infantil necesita adultos fuertes, seguros y orientados al futuro!

Bibliografía

  1. Robert Koch-Institut. Epidemiologischer Steckbrief zu SARS-CoV-2 und COVID-19. Stand: 18.03.2021. Verfügbar unter https://www.rki.de/DE/Content/InfAZ/N/Neuartiges_Coronavirus/Steckbrief.html (29.03.2021).
  2. Robert Koch-Institut: Epidemiologisches Bulletin 13/2021. Verfügbar unter https://www.rki.de/DE/Content/Infekt/EpidBull/Archiv/2021/Ausgaben/13_21.pdf?__blob=publicationFile (29.03.2021).
  3. Auch die Co-Ki Registerstudie in Deutschland konnte bisher keine Belege dafür finden, dass Kinder eine relevante Infektionsquelle für SARS-CoV-2 darstellen: Schwarz S, Jenetzky E, Krafft H, Maurer T, Steuber C, Reckert T, Fischbach T, Martin D. Corona bei Kindern: Die Co-Ki Studie. Relevanz von SARS-CoV-2 in der ambulanten pädiatrischen Versorgung in Deutschland. Monatsschrift Kinderheilkunde 2021;169:39–45. DOI: https://doi.org/10.1007/s00112-020-01050-3.[Crossref]
  4. Deutsche Gesellschaft für Kinder- und Jugendmedizin e.V. (DGKJ), Deutsche Gesellschaft für Epidemiologie e.V. (DGEpi), Deutsche Gesellschaft für Pädiatrische Infektiologie e.V. (DGPI) (Hg).  Maßnahmen zur Prävention und Kontrolle der SARS-CoV-2-Übertragung in Schulen - Lebende Leitlinie. AWMF-Registernummer 027-076 (Stand: 07.02.2021).  
  5. Hippich M, Holthaus L, Assfalg R, Lampasona V, Bonifacio E, Ziegler AG. A Public Health Antibody Screening Indicates a 6-Fold Higher SARS-CoV-2 Exposure Rate than Reported Cases in Children. Clinical Advances 2021;2(2):149-163. DOI: https://doi.org/10.1016/j.medj.2020.10.003.[Crossref]
  6. Aschwanden C. Five reasons why COVID herd immunity is probably impossible. Nature 2021;591: 520-522. DOI: https://doi.org/10.1038/d41586-021-00728-2.[Crossref]
  7. Remo Largo im Interview, Luzerner Zeitung online vom 29.05.2017. Verfügbar unter https://www.luzernerzeitung.ch/schweiz/remo-largo-beruhmtester-schweizer-kinderarzt-so-kann-es-nicht-mehr-weitergehen-ld.82817.
  8. Darauf wies auch ein Oberarzt der Kinderklinik Olgahospital in Stuttgart (DE) in der deutschen Fernsehsendung ZDF-Extra am 22.03.2021 hin.
  9. Ravens-Sieberer U, Kaman A, Otto C, Adedeji A, Devine J, Erhart M, Napp AK, Becker M, Blanck-Stellmacher U, Löffler C, Schlack R, Hurrelmann K. Psychische Gesundheit und Lebensqualität von Kindern und Jugendlichen während der COVID-19-Pandemie – Ergebnisse der COPSY-Studie. Deutsches Ärzteblatt Int 2020;117(48):828-829. DOI: https://doi.org/10.3238/arztebl.2020.0828.[Crossref]
  10. Zu den verheerenden weltweiten Auswirkungen auf das Wohl der Kinder siehe z. B.: Hunger: verfügbar unter https://www.welthungerhilfe.de/hunger/kinder-und-hunger/ (05.04.2021), wachsende Armut: verfügbar unter https://www.caritas-international.de/spenden/soforthilfe-akute-katastrophe/projekt-kinder-in-corona-not (05.04.2021), Bildungsnotstand: verfügbar unter https://www.unicef.de/informieren/aktuelles/blog/weltweite-bildungskrise-durch-corona-pandemie/238458 (05.04.2021).
  11. Remo Largo nennt dies das Fit-Prinzip: Entspricht die Lebensumgebung den Bedürfnissen des heranwachsenden und sich entfalten wollenden Menschen? In seinem letzten Buch erweiterte er dieses Prinzip auf das ganze Leben des Menschen: Largo R. Das passende Leben. Was unsere Individualität ausmacht und wie wir sie leben können. 2. Aufl. Frankfurt: Fischer Taschenbuch; 2019.
  12. Vgl. Flade A. Zurück zur Natur? – Erkenntnisse und Konzepte der Naturpsychologie. Berlin: Springer; 2018.
  13. Reframing, übersetzt „neu rahmen“, ist ein methodischer Begriff aus der Systemischen Familientherapie. Er meint den Wechsel der Betrachtungsweise auf eine belastende Situation, um zu neuen Handlungsoptionen zu kommen.

Research news

Phase IV trial: Kalium phosphoricum comp. versus placebo in irritability and nervousness 
In a new clinical study, Kalium phosphoricum comp. (KPC) versus placebo was tested in 77 patients per group. In a post-hoc analysis of intra-individual differences after 6 weeks treatment, a significant advantageof KPC vs. placebo was shown for characteristic symptoms of nervous exhaustion and nervousness (p = 0.020, p = 0.045 resp.). In both groups six adverse events (AE) were assessed as causally related to treatment (severity mild or moderate). No AE resulted in discontinuation of treatment. KPC could therefore be a benefical treatment option for symptomatic relief of neurasthenia. The study has been published open access in Current Medical Research and Opinion:  
https://doi.org/10.1080/03007995.2023.2291169.