Aplicaciones externas en el cuidado de la salud y de los enfermos

Rolf Heine

Última actualización: 22.02.2023

Las aplicaciones externas pertenecen desde los primeros comienzos al tesoro de los remedios de la humanidad. No sólo se aplican hojas y fibras vegetales en heridas, en las cuales se abre parcialmente el interior del cuerpo, sino también en lesiones internas, en fracturas, en espasmos, fiebre o dolor se usó la acción de envolturas calientes o frías para aliviar directamente la dolencia. El uso de baños y lavajes para atenuar y curar los trastornos también viene de tiempos pretéritos. Para ello se utilizaron tradicionalmente extractos de plantas, aceites, polvo de piedras preciosas, pero también sustancias animales como miel y queso blanco.

En la medicina antroposófica las aplicaciones externas tienen un papel preponderante. Son fácilmente realizables, pueden ser aplicadas generalmente por el paciente o sus familiares luego de ser instruídos y muestran con frecuencia un rápido alivio de los síntomas. Frecuentemente se aplican en combinación con medicamentos y otras formas de terapia.

Las aplicaciones externas son envolturas y apósitos, baños y baños de pies, lavajes, fricciones o masajes. Actúan a través de las sustancias empleadas que provienen del reino vegetal, del reino animal y del reino mineral, pero también por el calor, el frío, la humedad, la sequedad, la presión y la succión. Y no como último la atención cuidadosa durante la aplicación confiere al paciente una sensación de amparo y descarga, que reduce el stress y el dolor posibilitandso una percepción positiva del cuerpo enfermo. La dosificación, el ritmo y la hora del día de las aplicaciones son factores decisivos. Con frecuencia es necesaria una adaptación del paciente según su estado de salud. Las personas que cuidan a los enfermos (enfermeras y enfermeros) están habituados a la cercanía con el paciente en sus cuidados diarios, también están disponibles durante la noche, lo que los predetermina a prestar las aplicaciones externas en el paciente internado y en el cuidado domiciliario.

Las aplicaciones externas se utilizan tanto en molestias corporales como en enfermedades psicosomáticas o psiquiátricas. Actúan a través de la piel, que es el órgano sensorio más amplio del ser humano, y se relacionan con impresiones sensorias de calor, aroma y contacto con la piel. Así estimulan al organismo a responder con reacciones múltiples fisiológicas y psicológicas. En esta respuesta del cuerpo se halla el efecto propio de la aplicación externa.

Su uso diferenciado presupone conocimientos específicos tanto de la medicina como de la farmacología y de la psicología. Éste es transmitido en cursos de formación de post-grado para personal de enfermería, fisioterapeutas y médicos.

A pesar de que las aplicaciones externas se basan en una larga tradición, su evaluación aún se encuentra en los comienzos. Los trabajos científicos, entre otros en el ámbito de la oncología (1), reumatología (2) y en trastornos del calor y bajo stress (3) se hallan documentados.

El “Vademecum Äussere Anwendungen” (aplicaciones externas) describe ampliamente las indicaciones y formas de aplicación: www.vademecum.org .

Research news

Non-pharmacological interventions with good clinical evidence for chemotherapy-induced neuropathy
Chemotherapy-induced peripheral neuropathy (CIPN) is the most common side effect for oncology patients. Therefore, their interest in complementary non-pharmacological therapies is high. A current scoping review presents the clinical evidence of therapies used in this context. Relevent studies published between 2000 and 2021 were analyzed. The panel of authors identified 17 supportive interventions, which they included in their assessment. Most were phytotherapeutic interventions including external applications and cryotherapy, hydrotherapy, and tactile stimulation. More than two-thirds of the consented interventions were rated with moderate to high perceived clinical effectiveness in therapeutic use. Therefore, the experts endorse these complementary procedures for the supportive treatment of CIPN. The review is available at: 
https://doi.org/10.3390/medsci11010015.