Asistencia y cuidados

Rolf Heine

Última actualización: 23.09.2021

Definición

El cuidado y la asistencia tienen un significado cultural, que supera ampliamente lo común, brindado por enfermeras y enfermeros. El verdadero cuidado resguarda lo creado por el ser humano del deterioro, de caer en el mero estado natural. Ocuparse del medio ambiente y de las relaciones sociales, el desarrollo individual, espiritual, anímico y corporal del ser humano forma el contenido de esa asistencia. El cuidado y la asistencia evidentemente no están atados a una profesión específica (1).

El cuidado y la asistencia apoyan a los seres humanos sanos y enfermos a satisfacer necesidades corporales, anímicas, espirituales y sociales de modo tal, como lo harían ellos mismos si estuvieran en la situación de poder hacerlo. La meta es llevar de nuevo al paciente dependiente de cuidados externos a la mayor independencia (2). El cuidado profesional aplica los conocimientos adquiridos para identificar las necesidades del paciente y para pronosticar. Las medidas de la asistencia y del cuidado se aplican teniendo en cuenta los efectos corporales, anímicos, sociales y espirituales y los intercambios entre ellos, adaptándolas a la situación del necesitado. El cuidado profesional trabaja basándose en evidencias, prestando atención especial a las preferencias y a la elección de medidas del paciente.

El cuidado y la asistencia de los enfermos confieren duración a la terapia. Esto quiere decir que las intervenciones terapéuticas son integradas a través de ese cuidado en el transcurso diario de forma tal, que puedan ser efectivas y duraderas. Esto incluye la realización de las medidas médicas así como la integración de estrategias de autocuidado, la relación con otras terapias y la consideración de hechos y desarrollos en lo social, espiritual, anímico y corporal en el paciente o en el receptor de los cuidados.

Enfermedad y discapacidad son posibilidades de la existencia humana. El cuidado y la asistencia posibilitan vivir con dignidad. Enfermedades, padecimientos, edad avanzada no son en ese sentido hechos que se deben evitar, sino constelaciones de la biografía humana, durante la cual el que padece puede vivenciar del mismo modo la dignidad y la humanidad como una persona sana. Son precondiciones esenciales las condiciones en las cuales se hacen posibles encuentros durante los cuales se establece un trato digno y amoroso entre los seres humanos. Colaboran esencialmente para ello las condiciones estructurales de una organización de salud y social. Por eso son el núcleo de la responsabilidad del cuidado y la asistencia.

La cultura y la medicina de nuestro tiempo tienen poca consciencia de ese tipo de cuidados, apenas se percibe una colaboración específica y relevante para la curación corporal, anímica o social de los pacientes. Por eso se percibe la necesidad consciente y la valoración de los cuidados como también el aprecio por el compromiso emocional de los que prestan ese cuidado. La antroposofía quiere llevar comprensión y consciencia a esa potencia pacificadora y sanadora de los cuidados y la asistencia. El cuidado antroposófico acompaña a los movimientos de reforma inspirados por Rudolf Steiner en la pedagogía, agricultura, alimentación, economía, ciencias sociales, arte, religión y en especial la medicina. En esta última los instrumentos específicos terapéuticos son las envolturas y compresas, así como fricciones y masajes rítmicos. Conforman procesos de cuidado bajo el conocimiento de la medicina antroposófica y tiene efecto a través de las prestaciones expertas sobre el campo energético que rodea al paciente necesitado de cuidados.

Principios terapéuticos

El cuidado prepara la base para la terapia – participa en la terapia e intensifica el éxito de ella. Con ello forma parte del proceso de curación. Lo realiza por intervenciones de cuidado terapéutico, por conformaciones de procesos y por posturas internas.

Las aplicaciones externas son intervenciones específicas del cuidado antroposófico.

Tienen su actividad en la regulación de todos los procesos vitales como respiración, regulación de la temperatura, alimentación y excreción. También un sueño reparador y la cicatrización de las heridas pueden ser apoyados por aplicaciones externas. La prevención de daños consecuentes a la enfermedad también es tratada como el apoyo de un estilo de vida sano por el cuidado del ritmo entre movimiento y descanso o del trabajo y sus pausas.

Debido a la coordinación que abarca los distintos ámbitos del ser humano necesitado de cuidados, ese cuidado se ubica en el centro de la responsabilidad de los procesos en el hospital, en las instituciones de cuidado de los ancianos y en la casa. Muy especialmente en la etapa final de los pacientes, la organización de procesos de tratamiento se centraliza en el cuidado y la asistencia. Sus principios terapéuticos abarcan en estos casos más asistencia, comunicación, coordinación y manejo de conflictos.

El cuidado adquiere la mayor efectividad a través de la postura interior del que ejerce el cuidado en su trabajo. Por esa postura una actividad se torna suave o áspera, amable o fría, liviana o pesada, cordial o distanciada. Esto conforma la atmósfera en la cual el ser necesitado de cuidado puede sanar y desarrollarse. Tener consciencia del efecto de la postura interior y su formación orientada hacia ello ayuda al éxito de la terapia. El concepto de los gestos del cuidado ubica a esas posturas internas en un contexto terapéutico (3).

Diagnóstico específico

Dentro del proceso de cuidado y asistencia la anamnesis así como la percepción del paciente necesitado de cuidados ocupan un lugar central en su ámbito social, espacial y temporal.

La primera impresión da una imagen importante, con frecuencia importante, pero aún no ajustada al diagnóstico del paciente. El examen de los informes médicos, anímicos y sociales y las recomendaciones resultantes para el cuidado así como las medidas médicas planeadas forman el fundamento para la observación para el tratamiento futuro.

La coordinación exacta de las medidas de cuidado, la relación de los procesos de tratamiento y asistencia así como la formación básica de posturas de cuidado resultan luego de considerar la relación entre los procesos de disolución y de endurecimiento y el balance rítmico (trimembración), así como la relación del organismo hacia su entorno en cuanto a pesadez y liviandad, fluír y estancarse, espesamiento y disolución, calor y frío.

En pacientes con limitaciones cognitivas se recomienda un balance de los recursos y necesidades en el área de los sentidos.

El encuentro de una postura interior justificada es logrado a través de la vivencia empática hacia el paciente, sin perderse en sus unilateralidades o su falta de participación.

El diagnóstico del cuidado y la asistencia tiene que considerar siempre la edad del paciente, el estado de desarrollo de lo corporal, anímico y espiritual, así como el entorno social.

Principios de acción

El cuidado es efectivo cuando

  • realiza actos de cuidado para el necesitado que él mismo realizaría si fuera capaz de hacerlo (sustitución)
  • posibilita procesos vitales de regulación (respiración, del calor, alimentación, excreción, etc.)
  • posibilita seguridad, confianza, valentía, confianza en sí mismo, etc., a través de la atención, conversación y del contacto físico.


En forma análoga actúan las prestaciones externas

  • sobre la piel fortaleciendo procesos fisiológicos con substancias
  • sobre la autorregulación del cuerpo a través del calor-frío-humedad
  • sobre el alma adecuando y cuidando la conformación del lugar de la aplicación
  • sobre el desarrollo biográfico por el autocuidado aprendido o la atención vivenciada.

Investigación

La investigación científica del cuidado y la asistencia comenzó ya a fines del siglo 19, en especial en la región anglosajona. En Alemania la cátedra de cuidado y asistencia se fundó en los años 1980. El cuidado antroposófico a nivel mundial y científico -académico se halla desarrollado sólo en forma marginal. Se cuenta con algunos estudios sobre el efecto de las aplicaciones externas en el contexto de la medicina antroposófica. Son especialmente dignos de mencionar los trabajos sobre las aplicaciones de gengibre de Dra. Tessa Therkelson (4). En el "Vademecum de las aplicaciones externas" se publican informes en una website de experiencias sobre envolturas, baños, lavajes y fricciones de un grupo de redactores (5). Estudios sobre settings y procesos del cuidado antroposófico con miras al alivio sintomático y el bienestar del paciente se encuentran en trabajos que se realizan en la Clínica Vidar en Suecia (6). Estudios del cuidado antroposófico con miras a efectos explicables en la fenomenología corporal fueron presentados por Mathias Bertram (7). 

Bibliografía

  1. Heine R (Hg). Pflege als Übungsweg. Anthroposophische Pflegepraxis. Berlin: Salumed Verlag; 2017.
  2. Henderson V. Basic Principles of Nursing Care. American Nurses Association 1997.
  3. Heine R (Hg). Das Konzept der Pflegerischen Gesten. Anthroposophische Pflegepraxis. Berlin: Salumed Verlag; 2017.
  4. Therkleson T. Ginger compress therapy for adults with osteoarthritis. Journal of Advanced Nursing 2010;66(10):2225-2233.
  5. www.pflege-vademecum.de, abgerufen am 12.7.2017.
  6. Arman M, Rehnsfeldt A, Wode K. Anthroposophic health care – Different and home-like. Scandinavian Journal of Caring Sciences 2008;22(3):357-366.
  7. Bertram M, Kolbe HJ. Entwurf eines ökologischen Modells therapeutischer Prozesse. Dimensionen therapeutischer Prozesse in der Integrativen Medizin. Wiesbaden: Springer Fachmedien; 2016: 1-28.

Research news

Phase IV trial: Kalium phosphoricum comp. versus placebo in irritability and nervousness 
In a new clinical study, Kalium phosphoricum comp. (KPC) versus placebo was tested in 77 patients per group. In a post-hoc analysis of intra-individual differences after 6 weeks treatment, a significant advantageof KPC vs. placebo was shown for characteristic symptoms of nervous exhaustion and nervousness (p = 0.020, p = 0.045 resp.). In both groups six adverse events (AE) were assessed as causally related to treatment (severity mild or moderate). No AE resulted in discontinuation of treatment. KPC could therefore be a benefical treatment option for symptomatic relief of neurasthenia. The study has been published open access in Current Medical Research and Opinion:  
https://doi.org/10.1080/03007995.2023.2291169.