Gastroenteritis aguda en niños – Cuadro clínico y posibilidades de tratamiento

Consejos de la comisión de expertos internacionales para profesionales de la medicina

Henrik Szőke, Tycho Zuzak, Madeleen Winkler, Benedikt Huber, Markus Krüger, Jan Vagedes, Georg Soldner

Última actualización: 02.03.2023

Introducción

Esta publicación fue desarrollada en base a textos para la asistencia de gastroenteritis (GE) de la Sección pediátrica de la Clínica comunitaria de Herdecke (1). Junto a una investigación sistemática de la literatura (2) se realizó un proceso de Delphi con 50 personas expertas de la medicina antroposófica (3). Sobre esta base un gremio internacional de expertos elaboró las siguientes recomendaciones.

La gastroenteritis aguda es una enfermedad frecuente en niños. Generalmente su curso es auto limitado. Un transcurso sin complicaciones se extiende por lo general durante 3-4 días, cuando existen complicaciones la duración de los síntomas se extiende a 5-7 días. (4).

Desencadenantes son por lo general los noro y rotavirus, u otros agentes patógenos como la E. coli, shigellas, salmonelas y campylobacter que son menos frecuentes, por lo que no serán considerados en detalle. Las vías de transmisión son por lo general alimentos, agua y personas o animales de contacto. Tampoco se tratarán aquí los factores desencadenantes no frecuentes, como metales pesados, quimioterapia, toxinas, antibióticos u otros medicamentos.

Como factores de riesgo para un transcurso severo se consideran pobreza, subalimentación y regiones con escasez de agua. 

Síntomas de una gastroenteritis aguda

  • Diarrea, náuseas con vómitos, dolores abdominales,
  • Fiebre, sobre todo en lactantes y niños pequeños,  
  • Falta de sed y deshidratación (mucosas secas, turgor de la piel disminuido),
  • En casos severos apatía, diuresis disminuida, debilidad circulatoria y somnolencia in schweren Fällen Apathie, verminderte Diurese, Kreislaufschwäche, Somnolenz.

Los síntomas que indican un curso severo y exigen un tratamiento clínico urgente incluyen heces sanguinolentas, somnolencia, deshidratación, desorden en los electrolitos, vómitos acetonémicos y trastornos circulatorios.

Diagnóstico

El establecimiento del diagnóstico se apoya en el cuadro clínico y dado el caso, la evidencia de un factor causante. Se recomienda un examen clínico en los siguientes casos:

  • Niños menores de 2 años, sobre todo en el primer año de vida y obligadamente en los primeros 6 meses de vida.  
  • Si el niño vomita con persistencia y/o tiene diarreas frecuentes.
  • En el transcurso febril de la gastroenteritis en niños menores de 2 años.
  • Si se informa una evolución tórpida con empeoramiento en el curso de la enfermedad.
  • Si se presentan otros síntomas, que exigen un diagnóstico diferencial.  
  • Situaciones sociales complejas.

Terapia

Es esencial primeramente decidir si el tratamiento es ambulatorio o de internación. Puntos de vista para la decisión de la internación:

  • Deshidratación,
  • empeoramiento de los síntomas,
  • mal estado general,
  • valores de laboratorio alterados,
  • edad del niño,
  • disposición de cooperación y deseos de los padres.

Terapia standard convencional  

Dado el caso, se comienza con la rehidratación oral, con sonda gástrica o la rehidratacion parenteral con solución de glucosa y electrolitos. Terapia medicamentosa convencional:

  • Dimenhidronato: según la situación, infrecuente
  • Antibiótico: sólo en indicaciones especiales
  • Antiemético de acción central: raramente o nunca  

Principios de la terapia integrativa

  • Proveer y mantener el calor,
  • Tratamiento del dolor, náusea, diarrea por aplicaciones externas y medicación,
  • Hidratación o rehidratación (líquidos),
  • Alimentación adecuada.

Calor

En la gastroenteritis en general no se considera con suficiente seriedad la mantención del calor. En el calor se refleja el estado general del niño, su estabilidad circulatoria, sus reservas vitales como para superar la enfermedad y la cohesión físico-anímica interior. La función de la organización del calor del niño se relaciona con el enlace social. Si el apoyo social, la competencia de los padres, los recursos son insuficientes, la evolución de la gastroenteritis puede ser crítica. Por eso en la gastroenteritis aguda tiene sentido mantener al niño abrigado, o en presencia de fiebre apoyar su organización calórica (ver también https://www.anthromedics.org/PRA-0815-EN).   

El uso de antipiréticos disminuye las defensas inmunológicas (5).

En la rehidratación oral se suelen administrar soluciones frías, suponiendo que los niños toleran mejor el gusto salado. Por otro lado el frío puede provocar vómitos. Aquí es necesario individualizar la sensibilidad al calor y adecuarla a lo que el niño tolera mejor. En la rehidratación rectal o parenteral aplicar las soluciones a la temperatura corporal. Si en la terapia se considera el manejo del calor en forma adecuada y se instruye a los padres al respecto, la relación personal con el niño se fortalece.

Medios de la terapia integrativa

1. 1.     Medicación (6, 7, 8)

Lactante (en el primer año de vida )

Terapia de base:

  • Geum urbanum Rh D3 dil. WELEDA: 3-6 x día 3-5 gotas, en diarrea
  • Nux vomica D6 glob.: 3 x día 3 glób., en náuseas y vómitos
  • Chamomilla Cupro culta, Radix Rh D3 dil. WELEDA: 3-6 x día 3-5 gotas, en espasmos intestinales

Infante ( 1-5 años de vida)

Terapia de base:

  • Bolus alba comp., polvo WALA: ½ cucharadita de té en un vaso con agua, beber de a traguitos durante el día o por sonda, en diarrea y cólicos
  • Nux vomica D6 glob.: 3-5 x día 5 glob., en náuseas y vómitos
  • Colecynthis D6 glob.: Si es necesario 5 glob., en cólicos y diarrea

Otras posibilidades :

  • Geum urbanum Rh D3 dil. WELEDA: 3-6 x día 5 gotas, en diarrea, sobre todo si los alimentos sólidos o líquidos desencadenan diarrea
  • Veratrum e radice D6 glob. WALA: 3 x día 5 glob., en vómitos, diarrea con debilidad circulatoria, centralización de la fiebre

Escolar y joven (6-18 años)

Terapia de base:

  • Bolus alba comp. polvo WALA: ½ a 1 cucharadita de té en un vaso con agua, beber a traguitos durante el día, si hay dolores viscerales y diarrea. En vómitos una pizca del polvo seco sobre la lengua, al principio cada ¼ de hora
  • Nux vomica D6 glob.: 3-5 x día hasta cada hora 10 glob., en vómitos y náuseas  
  • Colocynthis D6 glob.: de ser necesario 10 glob., en espasmos y cólicos

Otras posibilidades:

  • Geum urbanum Rh D3 dil. WELEDA: 3-6 x día 10 gotas, en diarrea, sobre todo cuando comida y bebida provocan diarrea
  • Gentiana Magen, glob. WALA: 3 x 10 glob., en vómitos y náuseas
  • Veratrum e radice D6 glob.: 3 x día 5-10 glob., si además hay debilidad circulatoria

Composición de los medicamentos nombrados: Bolus alba comp. polvo: Acorus calamus e rhizoma ferm 33d, Anisi stellati aetheroleum, Arsenicum album dil. D4 aquos., Artemisia abrotanum ex herba ferm 33c, Carbo vegetabilis trit. D1, Carvi aetheroleum, Chamomilla recutita e planta tota. Gentiana Magen glob.: Artemisia absinthium ex herba, Infusum, Gentiana lutea e radice, Decoctum, Strychnos nux vomica e semine ferm 35b dil. D4, Taraxacum officinale e planta tota ferm.

2. Aplicaciones externas

Junto a la medicación se pueden considerar las siguientes aplicaciones externas:

En el marco de una gastroenteritis aguda se logra alivio en dolores de vientre y náuseas generalmente por las medidas nombradas. En náuseas persistentes y vómitos, también en cetosis es decisiva la rehidratación con glucosa (endovenosa o rectal).

3. Líquido y circulación

Rehidratación  

La rehidratación generalmente se realiza en forma oral. Si esto no fuera suficiente o posible, sobre todo en lactantes e infantes se puede realizar la rehidratación por enema, que es rápida, sin complicaciones e indolora. Si esto no es posible, la rehidratación se realiza con el paciente internado, por regla por vía endovenosa o por sonda gástrica. 

Rehidratación oral con:

  • Té (por ej. hinojo o manzanilla) con (glucosa) y sal: por ej. 150 ml de té, 1 cucharadita de té de glucosa y 1 pizca de sal   
  • Solución ya preparada de glucosa y electrolitos (según recomendaciones de la OMS con glucosa 13.5 g/l., cloruro de sodio 2,6 g/l, cloruro de potasio 1,5 g/l y citrato de sodio 2,9 g/l.)

Rehidratación rectal (9) con:

Soluciones tibias de glucosa y electrolitos (ver arriba). Lactantes 80-100 ml por enema, infantes 100-200 ml por enema. No estan indicados los productos listos para laxantes, sino las perillas de goma para niños, que se vuelven a utilizar o irrigadores. Para la realización se recomienda para los niños muy pequeños la posición dorsal, en niños un poco mayores también la posición sobre el costado izquierdo. La reabsorción de los líquidos administrados se produce rápidamente. La repetición es posible cada 2-4 horas.

Rehidratación intravenosa:

La rehidratación intravenosa se realiza según las directrices con soluciones de glucosa-electrolitos preferentemente calentadas.

4. Alimentación

Recomendaciones generales de alimentación (se aconseja un proceder individual):

  • Lactantes: leche materna.
  • En lactantes no amamantados en todos los casos solución de rehidratación oral y volver paso a paso a la alimentación láctea previas.
  • Si existe una falta de succión, es posible un sondaje provisorio con una sonda gástrica.
  • Para fortalecer la digestión se adecuan tés de plantas que contienen sustancias amargas, por ej. aquilea; cuando hay tendencia a la formación de gases dar comino; en diarrea hojas de zarza mora, de frambuesa y de arándanos. 
  • En niños pequeños: evitar la leche y productos lácteos.
  • Evitar alimentos muy dulces y grasos.
  • Cuando los síntomas desaparecen, volver a alimentación reconstituyente hasta la estabilización de la digestión.

5. Aspectos anímico-sociales

Lo que pueden aprender padres y niños de una enfermedad:

  • Los padres y el niño pueden aprender a tratar con enfermedades o con situaciones de enfermedad como en la gastroenteritis, que muestran con toda claridad que el camino natural es un camino confiable en el tratamiento y que la calma y el cuidado son contribuciones importantes, que ellos mismos pueden brindar. De esta manera experimentan el valor que tiene su conducta personal en la curación. Aunque el niño se sienta gravemente enfermo, puede sanar rápidamente. Con ello se desarrolla confianza en las fuerzas sanadoras del niño.
  • Los padres y el niño pueden aprender el trato consciente con la alimentación y su regulación, así como el trato cuidadoso en el fortalecimiento del sentido vital: hambre – apetito – estar satisfecho – plenitud – náuseas. Más adelante pueden volver a vivenciar con alegría una comida en compañía y con alimentos sustanciosos.
  • Pueden aprender a que el niño enfermo necesita beber líquidos, pero no obligadamente alimentos. Si no tienen apetito y no quieren comer, no hay que obligarlos a que coman. Este principio es válido para la mayoría de las enfermedades agudas y especialmente para las infecciones febriles.

Comprensión ampliada de las enfermedades según los conceptos de la medicina antroposófica  

Las enfermedades infecciosas del sistema digestivo se deben a diferentes causas. Si un agente microbiano ajeno penetra en el sistema digestivo y debilita su integridad, se desarrolla una inflamación aguda gastrointestinal. Estamos entonces en presencia de una debilidad del tracto digestivo, que no puede degradar correctamente la sustancia alimenticia y con ella los microorganismos. En este caso el microbioma propio del paciente no está estable y no puede convertir el alimento en sustancia viva y propia. En el lactante y en el niño pequeño existe, por su evolución, una susceptibilidad especial. Alteraciones y aumento a la susceptibilidad a los agentes microbianos se dan por ej. por el parto, uso de antibióticos, falta de lactancia materna o una alimentación equivocada. Constitucionalmente la actividad propia del sistema digestivo – y con ello generalmente el microbioma propio del organismo – pueden estar primariamente debilitados. La falta de movimiento y las exigencias parciales al sistema neuro-sensorio fortifican esta tendencia. En el lactante y en el niño pequeño se desarrolla un sistema inmunológico individual, una “organización del yo” que recién en el tiempo forma un microbioma individualizado. En el marco de una gastroenteritis aguda el organismo desarrolla una reacción de defensa, que quiere evitar una disolución de límites y la penetración de microorganismos, antígenos alimentarios, etc., al interior del organismo. Bajo este punto de vista la sintomatología de la gastroenteritis es como un “catarro del intestino” con la activación del sistema inmunológico en la fiebre, y en forma primaria una reacción en el sentido de una “autohigienización del organismo”. Es importante apoyar en principio terapéuticamente esta reacción y regularla, evitando el daño del organismo, promoviendo la lucha contra los factores causantes de la enfermedad y ayudando a disminuirla. La estabilización del organismo calórico infantil es la base para esta función. No se indican antibióticos ni otros factores anti infecciosos en la terapia de la gastroenteritis aguda sin complicaciones en la edad infantil (4).

El dolor, las náuseas y vómitos así como la hiperperistalsis son expresión de la acción pronunciada de la organización anímica. En la gastroenteritis el sistema gastrointestinal puede convertirse en una “herida interior”. Las sensaciones negativas y las reacciones vegetativas sobrecargan al niño y tienen como consecuencia una debilitación con pérdida de líquido y de peso, hipotonía, etc. En forma terapéutica es importante regular a través de las medidas correspondientes la organización anímica (astral), generalmente sin analgésicos ni antieméticos convencionales. Tiene un papel preponderante la guía del niño a través de la calma en el acompañamiento de las personas adultas de referencia y de los profesionales. La meta es reestablecer la función normal, inconsciente de la organización anímica en el proceso de la digestión, lo que en la regla lleva rápidamente a una disminución de la sintomatología de la enfermedad. En las dificultades evolutivas, en la desnutrición y en otras alteraciones corporales; la gastroenteritis aguda en la edad infantil puede tener un transcurso más severo y en los sistemas de salud con bajos recursos puede llegar a poner en peligro la vida del niño. La organización vital, que se establece durante los primeros siete años de vida en forma fisiológica y diferenciada, está subdesarrollada en estas situaciones y su competencia en la autoregulación pierde con facilidad el control de la regulación del organismo líquido.

Bibliografía

  1. Schwermer M, Fetz K, Vagedes J, Krüger M, Längler A, Ostermann T, Zuzak T. An expert consensus-based guideline for the integrative anthroposophic treatment of acute gastroenteritis in children. Complementary Therapies in Medicine 2019;45:289–294. DOI: https://doi.org/10.1016/j.ctim.2019.04.001.[Crossref]
  2. Schwermer M, Längler A, Fetz K, Ostermann T, Zuzak TJ. Management of Acute Gastroenteritis in Children: A Systematic Review of Anthroposophic Therapies. Complementary Medicine Research 2018;25:321-330. DOI: https://doi.org/10.1159/000488317.[Crossref]
  3. Schwermer M, Fetz K, Wopker P, Sommer S, Vagedes J, Krüger M, Martin D, Ostermann T, Längler A, Zuzak T. Entwicklung von wissenschaftsbasierten Behandlungsempfehlungen in der anthroposophisch erweiterten Kinderheilkunde. Der Merkurstab 2018;71(3):226-228.
  4. Posovszky C, Buderus S, Classen M, Lawrenz B, Keller K-M, Koletzko S. Acute Infectious Gastroenteritis in Infancy and Childhood. Deutsches Ärzteblatt International 2020;117(37):615-624. DOI: https://doi.org/10.3238/arztebl.2020.0615.[Crossref]
  5. Szőke H,  Bókkon I, Martin D, Vagedes J, Kiss Á, Kovács Z, Fekete F, Kocsis T, Szijjártó L, Dobrylovsky Á, Mussler O, Kisbenedek A. The Innate Immune System and Fever under Redox Control: A Narrative Review. Current Medicinal Chemistry 2022;29(25):4324-4362. DOI: https://doi.org/10.2174/0929867329666220203122239.[Crossref]
  6. Gesellschaft Anthroposophischer Ärzte in Deutschland (GAÄD) und Medizinische Sektion der Freien Hochschule für Geisteswissenschaft (Hrsg.) (2017): Vademecum Anthroposophische Arzneimittel. 4. Aufl. München: GAÄD; 2017.
  7. Soldner G, Stellmann HM. Individuelle Pädiatrie. Leibliche, seelische und geistige Aspekte in Diagnostik und Beratung; anthroposophisch-homöopathische Therapie. 5. Aufl. Stuttgart: Wissenschaftliche Verlagsgesellschaft; 2018.
  8. Schönau E, Naumann EG, Längler A, Beuth J (Hrsg.) Pädiatrie integrativ. Konventionelle und komplementäre Therapie. München: Urban & Fischer Verlag; 2004.
  9. Szőke H, Szőke J, Martin D, Jan V, Kiss Á, Kovács Z, Dobrylovsky A, Mussler O, Kisbenedek A, Verzár Z, Szőke R. Proctoclysis for rehydration in children – A scoping review and a pilot survey among medical doctors. Complementary Therapies in Medicine 2022;71:102902. DOI: https://doi.org/10.1016/j.ctim.2022.102902.[Crossref]

Research news

Phase IV trial: Kalium phosphoricum comp. versus placebo in irritability and nervousness 
In a new clinical study, Kalium phosphoricum comp. (KPC) versus placebo was tested in 77 patients per group. In a post-hoc analysis of intra-individual differences after 6 weeks treatment, a significant advantageof KPC vs. placebo was shown for characteristic symptoms of nervous exhaustion and nervousness (p = 0.020, p = 0.045 resp.). In both groups six adverse events (AE) were assessed as causally related to treatment (severity mild or moderate). No AE resulted in discontinuation of treatment. KPC could therefore be a benefical treatment option for symptomatic relief of neurasthenia. The study has been published open access in Current Medical Research and Opinion:  
https://doi.org/10.1080/03007995.2023.2291169.