Medicamentos y aplicaciones externas en trastornos del sueño en edad temprana de la infancia

Georg Soldner

Última actualización: 18.10.2021

Síntomas típicos

Dificultades para conciliar el sueño: Cuando el niño sólo logra dormirse con mucha ayuda de los padres.
Sueño interrumpido: el niño se duerme normalmente, pero se despierta pronto o varias veces durante la noche y eventualmente está despierto durante períodos más extensos.
Signos de cansancio excesivo: intranquilidad, irritabilidad aumentada, insatisfacción y somnolencia en fases normales de vigilia.

Un protocolo de sueño (1), que registra tiempos de sueño, vigilia, alimentación y cuidado corporal en 24 horas, da pautas conscientes del tiempo de sueño real y permite objetividad, ya que frecuentemente los padres vivencian las dificultades en el conciliar del sueño del niño en forma relativa. El dormir es un acto que tiene que ser aprendido por el lactante y el niño pequeño, por eso es difícil definir en las primeras semanas de vida lo que es un trastorno del sueño.

Ver el video corto “Aprender a dormir” bajo: https://www.anthromedics.org/PRA-0547-DE

Causas

En cuanto al diagnóstico diferencial causal habría que pensar – ante todo si el trastorno es nuevo – lo siguiente:
Dentición, empeoramiento típico pasajero durante la noche, en el tiempo medio del sueño. La edad más frecuente es durante los 6-24 meses.
Adenoides y alergias, pueden alterar el sueño por una respiración nasal bloqueada. Es típica la boca abierta y el maxilar inferior relajado.
Cambios en la alimentación e intolerancias, más frecuente al pasar de la leche materna a leche de vaca o de soja, durante la suspensión de la lactancia materna. Las irregularidades y dificultades de la digestión, como también trastornos evolutivos pueden acompañar ese tiempo.
Stress, cansancio excesivo/agotamiento de los padres, sobre todo de la madre, enfermedades psiquiátricas de los padres, como por ejemplo una depresión post-parto y/o conflictos de los padres pueden alterar marcadamente el sueño del niño. El tratamiento en estos casos debe ser sistémico y es de suma importancia el tratamiento efectivo de los estados de agotamiento de los padres, ante todo, de la madre. Por eso en general el aconsejamiento y, de ser necesario, el tratamiento de los padres es la terapia más efectiva.
Reflujo gastro-esofágico, los niños tienen aliento agrio, muestran signos de malestar o dolor, que aumentan al estar acostados.
Raquitismo, carencia de vitamina D y con ello falta de asimilación de luz solar, pueden causar alteraciones del sueño, transpiración nocturna y con frecuencia se relaciona a infecciones frecuentes.

Necesidad de sueño y estímulo para dormir

La duración necesaria del sueño en los niños es individualmente distinta. En los lactantes normalmente la relación entre el sueño y la vigilia es al principio de 2:1. A los tres años aproximadamente, alcanza la relación de 1:1. Recién en el curso del primer año de vida se desarrolla un sueño correlativo, durante el cual el niño atraviesa varias fases de sueño profundo. En las fases de transición el sueño es más intranquilo y pueden despertar con frecuencia.

  • Los ritmos y los rituales fomentan los tiempos de sueño en forma probada al igual que la
  • Disminución de la luz y de los ruidos.

El calor

En el ritmo que surge entre el sueño y la vigilia, se basa en un soltar y relacionarse de distintas maneras entre la individualidad infantil y su corporalidad. Esto se refleja inmediatamente en la organización calórica del niño. Durante la noche el calor corporal se halla más bien en la periferia del cuerpo, de modo tal que una protección calórica – por ejemplo, tapándolo o poniéndole una bolsa para dormir – es importante para que el niño no se enfríe. De día el calor se centraliza y aumenta en el cuerpo. Esto determina la importancia de cuidar las condiciones de calor al dormir. El proceso de dormirse se relaciona con una disminución de la temperatura desde el centro hacia la periferia. Esto significa que el niño no podrá conciliar bien el sueño si su periferia – brazos y piernas y sobre todo los pies - se enfrían. Esto puede deberse a una centralización activa del calor (stress) o a una producción de calor propio insuficiente,  que no alcanza para templar los miembros de la periferia.

Todo lactante y niño pequeño depende de la ayuda de los padres en cuanto a la percepción y cuidado del calor que necesita. Como las relaciones de calor son individualmente muy diferentes, es necesario educar la percepción de los padres con la ayuda de guías y cuestionarios. Todos sabemos que es difícil conciliar el sueño con los pies fríos.

  • Los padres deberían percibir el calor de su niño en forma diferenciada y de ser necesario emplear medidas que regulen el calor, para fomentar el sueño.

Aplicaciones externas

En el tiempo de la lactancia y en niños pequeños las fricciones con aceite del cuerpo y de las extremidades a la noche ayudan a conciliar el sueño. El efecto es mucho más duradero que el de una bolsa de agua caliente, cuyo uso es problemático en esa edad debido a la seguridad y peligro de quemaduras. En todo caso se aconseja su uso sólo para calentar la cunita antes de acostar al niño. Los aceites base, usados a temprana edad pueden prevenir los eccemas. En la elección de los aceites para los niños prematuros y lactantes se debe poner atención a los compuestos de los aceites etéricos y si es posible elegir aquellos, cuyo efecto fuera descrito exhaustivamente por Natalie Hurst (ver: https://www.anthromedics.org/PRA-0861-EN):

  • Para niños prematuros y para niños sensibles o lesionados:
    Aceite de almendras
  • Calienta, calma el dolor y ayuda a la regeneración de la piel:
    Aceite de oliva
    Para los lactantes se pueden usar los aceites usuales que actúan terapéuticamente como por ejemplo de WALA y WELEDA, diluyéndolos en una relación de 1:10 a 1:2 con el aceite de base. En la edad infantil y de jardín de infantes ya se recomienda la aplicación sin dilución.
  • El aceite de lavanda calma, distiende e incita al sueño como
    Lavandula aceite etérico al 10% de WALA o de WELEDA
    En lactantes emplearlo al 1-5%. Es apto para fricciones de pecho, emplastos o cataplasmas en la tos seca y en laringitis estenosante.
  • Una variante aún más envolvente y que incluye el extracto de turba se usa, por ejemplo, en niños pequeños con enfermedades crónicas y durante la internación o en situaciones de stress:
    Aceite Solum WALA.
  • Una composición de aceite que favorece el calor en niños pequeños y en la edad de jardín de infantes es el
    Aceite de Malva de WALA
    Puede ser aplicado en la época fría del año en las extremidades o también como fricción de cuerpo entero. En los casos raros en que se produzca una irritación de la piel, puede diluirse o cambiar de aceite.
  • Luego de un shock o trauma, con una sensibilidad al dolor aumentada o una tendencia a cólicos en lactantes y niños pequeños da buenos resultados la solución oleosa del trébol (oxalis), que también existe como ungüento:
    Aceite de oxalis WALA, Oxalis folium 10% ungüento WELEDA
    El calor húmedo, especialmente en los pies puede ser provechoso en las dificultades para dormirse y puede aplicarse ya en la edad temprana del niño.
  • En niños en edad de jardín de infantes un baño tibio de pies a la noche, de unos 8-10 minutos de duración puede actuar calentando y como inductor del sueño:
    Baño relajante de lavanda WELEDA
  • En niños a partir del primer año de vida, cansados, que se resisten al sueño y que presentan transpiración en la cabeza:
    Dan buenos resultados “medias de leche”.

El calor corporal es guiado suavemente hacia la periferia. El secado de la leche en la piel causa una ligera contracción. Se necesitan para ello un par de medias de lana (de oveja) y unos 100ml de leche tibia.
Realización: se ubica una toalla en la cama para proteger la ropa, se mojan las medias en leche tibia (40° C), se escurren bien y se las ponen  al niño cubriendo los pies y las pantorrillas hasta las rodillas. Dejar toda la noche. Generalmente están secas a la mañana. (Lavarlas con un producto especial para lana).

  • No todos los niños toleran lana sobre la piel. A pesar de ello las cualidades especiales de la lana son ideales a esta edad porque regulan el calor y la humedad:
    Un body de lana puede contribuir positivamente a la estabilización del calor, induciendo al sueño. La ropa individualmente adaptada, si es posible, de lana y las coberturas correspondientes o una bolsa de dormir  pueden brindar una ayuda positiva para dormir.

Luz y oscuridad

Con toda justificación se prefieren los consejos a los padres y las medidas pedagógicas en las recomendaciones para el tratamiento de trastornos del sueño, y no un tratamiento con medicamentos; la literatura específica psiquiátrica para el tratamiento de niños y jóvenes advierte sobre los efectos indeseables de las medicaciones alopáticas. El uso de la “hormona para el sueño” melatonina, según nuestro criterio, debería usarse sólo con precaución y en trastornos específicos (2). De por sí los niños pequeños muestran en la sangre los niveles de melatonina nocturnos más elevados, siendo esencial la oscuridad para la secreción de melatonina. El ruido y la luz molestan probadamente el sueño. Lo mismo sucede con la luz de las pantallas (TV, Smartphone, PC), a los que ya se exponen los lactantes. Su influencia y la luz que emanan son contraproducente para conciliar el sueño y para la profundidad del sueño.
Frente a ello la luz solar activa de día, el ritmo de sueño/vigilia y el juego activo al aire libre son condiciones importantes para un buen sueño nocturno.

Medicaciones naturales de la medicina antroposófica

Los siguientes remedios se obtienen de plantas medicinales y otras sustancias naturales (por ejemplo de cáscaras calcáreas de moluscos). No evidencian efectos secundarios significativos y no alteran el desarrollo infantil y la vigilia diurna. En forma polar, la estabilización del sueño infantil tiene un efecto benéfico sobre el desarrollo espiritual y corporal del niño.

  • En niños hipersensibles sensorialmente, que se excitan fácilmente y tienen temores nocturnos; puede aparecer una sed importante como signo de hiperactividad anímica y frecuentemente transpiración en manos y pies:
    Bryophyllum argento cultum Rh D3 WELEDA (solución acuosa libre de alcohol)
    1 – 3 x día, 5 – 10 gotas, sobre todo a la noche y durante la noche.

En este preparado se trata del extracto vegetal diluido de Bryophyllum, una planta que procede de las regiones secas de Madagascar. El Bryophyllum traslada los procesos de asimilación de carbono hacia la noche para protegerse del calor y de la deshidratación, abre entonces los poros de sus hojas, mientras que de día permanecen cerrados. Esta planta puede revertir el ritmo normal día/noche de una planta. Farmacológicamente las plantas de Bryophyllum son tratadas con un abono que contiene plata. La plata es asimilada en vestigios por la planta y en forma viva es “potenciada”. La medicación es producida a partir de plantas que fueran tratadas de esta manera y actúa sobre la organización vital del niño ordenando el ritmo de las actividades metabólicas y estabilizando el sistema nervioso vegetativo produciendo calma anímica. Puede ser de gran ayuda en niños pequeños que estuvieron expuestos a un stress importante durante la gestación en el útero o durante el parto o una cesárea.

  • Una medicación de amplio espectro en los disturbios del sueño infantil es:
    Valeriana comp. Globuli WALA, a la noche 3 – 5 glóbulos a la noche y si es necesario repetir.
    Junto al efecto conocido, relajante, de la raíz de valeriana, esta medicación contiene extractos potenciados de la cáscara calcárea de moluscos, fósforo y azufre que ayudan a conciliar el sueño y sostenerlo.
  • En dificultades para conciliar el sueño y en inquietud nerviosa infantil:
    Passiflora comp. Globuli WALA, a la noche 5 glóbulos.
    Supositorios infantiles WALA, a la noche, 1 sup.
    Contienen extractos ritmizados, con calor y luz, de avena, pasionaria, lúpulo y raíz de valeriana.
  • La cáscara calcárea de moluscos es apta para los niños con trastornos para conciliar el sueño, que tienden a catarros frecuentes, adenoides y aumento de tamaño de las amígdalas. Niños que transpiran copiosamente al dormirse con una tendencia a miedos, reacciones fuertes a los medios y a relatos exaltantes que le dificultan el sueño posterior.
    Conchae D6 trit. WELEDA, 1-3 x día, preprandial, sobre todo a la noche.
  • También son aptos los preparados potenciados de belladonna, ante todo en dificultades para dormir durante toda la noche. Su acción es calmante para los niños que despiertan luego de la primera fase de sueño profundo, que se asustan gravemente (pavor nocturno), sin despertar del todo, y con tendencia a transpirar en la cabeza y a tener manos y pies fríos.
    Atropa belladonna ex herba D30 Globuli WALA, a la noche 5 glóbulos.
  • En la fase de la erupción de los dientes el extracto de manzanilla puede favorecer el sueño nocturno:
    Belladonna/Chamomilla glóbulos WALA, si es necesario, varias veces por día 3-5 glóbulos
    o
    Supositorios para la fiebre y la dentición WELEDA, a la noche un supositorio.
  • Los trastornos del sueño luego de vivencias agudas de stress o shock (por ejemplo, accidente) se pueden tratar muy bien con extractos potenciados del bulbo de acónito:
    Aconitum e tub. D20 Glób. WALA, a la noche 5 glóbulos.

Bibliografía

  1. Beispiel für ein Schlafprotokoll für Kinder bei kindergesundheit-info.de, verfügbar unter: https://www.kindergesundheit-info.de/themen/schlafen/1-6-jahre/schlafprotokoll/ (13.7.2021).
  2. Hunkeler P. Melatonin bei kindlichen Schlafstörungen. Paediatrica 2013;24(4):17-19.

Research news

Phase IV trial: Kalium phosphoricum comp. versus placebo in irritability and nervousness 
In a new clinical study, Kalium phosphoricum comp. (KPC) versus placebo was tested in 77 patients per group. In a post-hoc analysis of intra-individual differences after 6 weeks treatment, a significant advantageof KPC vs. placebo was shown for characteristic symptoms of nervous exhaustion and nervousness (p = 0.020, p = 0.045 resp.). In both groups six adverse events (AE) were assessed as causally related to treatment (severity mild or moderate). No AE resulted in discontinuation of treatment. KPC could therefore be a benefical treatment option for symptomatic relief of neurasthenia. The study has been published open access in Current Medical Research and Opinion:  
https://doi.org/10.1080/03007995.2023.2291169.