Cuidados de enfermería y aplicaciones externas para la intranquilidad del paciente de cuidados paliativos

Anja Girke, Christine Kolbe-Alberdi, Katrin Klatt

Última actualización: 27.06.2023

Hemos de distinguir entre intranquilidad de los pensamientos, intranquilidad de los sentimientos e intranquilidad motora. Generalmente los allegados del paciente terminal notan rápidamente su inquietud motora, en cambio les resulta más difícil percatarse de las vueltas que da su pensamiento o de su melancolía, ya que son estados que se manifiestan de forma indirecta, por ejemplo, en insomnio o descontento. Precisamente por el hecho de ser consciente de que está en la última fase de su vida y por tanto, en la situación umbral más importante, el enfermo siente una mayor inquietud, sobre todo al intentar conciliar el sueño o en la oscuridad. Para percibir esta inquietud desatada por los pensamientos o los sentimientos, nosotros, los enfermeros, necesitamos una gran capacidad empática. La agitación motora del enfermo en determinadas circunstancias va acompañada de una propensión a las caídas, por ejemplo, de la cama o de la silla. Pero también puede manifestarse en una tendencia a escaparse del lugar en el que se encuentra. A veces el propósito no es tanto escaparse como “dirigirse a”- una expresión de ese anhelo que produce intranquilidad, el anhelo de “irse a casa” por fin.

Causas de la intranquilidad

En la agitación motora hay que observar, sobre todo, si hay problemas físicos, por ejemplo, falta de aire, dolores, urgencia de orinar o de defecar o picazón. En estas situaciones hay que tratar las causas físicas de la intranquilidad. En otros casos la intranquilidad suele producirse en situaciones umbral: el momento de conciliar el sueño para muchos enfermos terminales suele ir asociado a ansiedad, lo cual a menudo deriva en insomnio y en estados que van desde el miedo al pánico. Precisamente por las noches estos enfermos tienen mucha necesidad de hablar. Esto nos lleva a la pregunta más difícil de responder: ¿de dónde procede la inquietud? Generalmente el enfermo terminal no nos puede responder a esta pregunta. Por este motivo los enfermeros debemos buscar respuestas en la que ha sido la vida del enfermo hasta ahora o en su entorno social. ¿Qué situaciones difíciles ha vivido esta persona en su biografía? ¿Tiene un pesar (inconsciente) por algo que ha dejado pendiente en su vida?

El miedo a morir es un fenómeno multiforme. Da miedo verse a uno mismo, su propio ser, sobre todo esas partes del yo que hemos separado en nuestra vida diaria, que pertenecen a nuestro doble, a nuestra sombra anímica. Da miedo encontrarse ante un total desconocido, no tener ni idea de cómo se “siente uno”  al dejar de formar parte de esta tierra, al perder el cuerpo físico. Muchos pacientes no se han encontrado hasta ese momento ni con la muerte ni con el proceso de morir, no han tenido ocasión de acompañar a un moribundo a lo largo de su vida o de ver a un difunto. Muchos no se plantean la pregunta de qué sucede y cómo es la vida tras la muerte.

En el contexto de los cuidados paliativos la sedación que a menudo se utiliza para controlar la intranquilidad no significa que el enfermo ya no tenga miedo. Es más, con esta sedación, ¿no le estamos privando de la posibilidad de  despertarse de un mundo de pesadillas para encontrar un nuevo rumbo? En nuestra condición de enfermeros hemos de preguntarnos: ¿a un paciente sedado logramos darle un acompañamiento igual de amoroso y cuidadoso para que atraviese ésta, que es la más difícil de todas las crisis vitales, de forma que salga enriquecido?

Actitud del enfermero

En el contexto de la intranquilidad la actitud del enfermero cobra una gran importancia, especialmente estos aspectos:

  • Ser auténtico, mostrar presencia del yo.  
  • Autorreflexión sobre los propios miedos, inseguridades y perplejidades.
  • Dar seguridad al paciente y a su entorno social.
  • Comunicarse con serenidad e infundiendo confianza.  
  • Continuidad en los cuidados de enfermería  
  • Mantener una actitud interrogante en el encuentro: ¿qué echas en falta? ¿qué necesitas?
  • Creer y confiar en el ser superior espiritual del enfermo terminal.
  • Asesorar a los allegados.
  • Velar al enfermo sentándose a su vera
  • No dejarse arrollar por la espiral de miedo y angustia ni fomentarla por medio de la propia angustia.

Acompañamiento y asesoramiento de los familiares y allegados de un enfermo terminal   

Los familiares y allegados se encuentran ante retos inusuales y en parte existenciales. Generalmente deben despedirse de una persona querida, están ante el final de un período de vida en común que no regresará jamás. Se percibe de forma especial el valor inestimable de cada instante, así como todo lo que se dejó de hacer o no se pudo finalizar. A menudo los familiares combaten con estos interrogantes, que pueden repercutir tanto en las relaciones entre ellos como en las relaciones con el paciente. A ello se le añaden las cuestiones prácticas, hay que arreglar y acordar muchas cosas.

  • También los familiares y allegados pueden entrar en una espiral de miedo e intranquilidad.
  • Se ha de evitar una cantidad excesiva de visitas a la vez o una visita excesivamente larga, así como el alboroto externo (movimiento, voces) en la habitación del paciente.
  • Evitar encender la televisión o encenderla poco, hacer un uso limitado de los medios electrónicos, de modo que surja un espacio libre en el que vuelva a instaurarse la calma.
  • Velar al enfermo sentándose a su vera.

Aplicaciones externas

Compresas y envoltorios

  • Compresa de ungüento de Aurum Lavandula comp. WELEDA sobre el corazón  durante la noche, o tras el almuerzo o según se necesite.
    La lavanda tiene un efecto relajante y calmante, el aceite etérico de rosa armoniza y el oro refuerza el yo. Realización:
    https://www.pflege-vademecum.de/aurum-lavandula-herzauflage.php?locale=en .  
  • Esencia de Árnica WELEDA , en caso de trastornos a nivel de tórax, colocar una compresa torácica con esencia de árnica diluida y también un envoltorio en la muñeca.
  • Compresa o fricción en el vientre con esencia de Oxalis 20%; ungüento de Oxalis WELEDA, en caso de que el estado anímico empeore por la noche, resulte más pesado o no se supere. También para tratar los efectos de un shock. La oxalis ayuda introducir nuevamente en el cuerpo lo anímico-espiritual, que se ha separado. Oxalis contribuye a relajar los espasmos y se utiliza para tratar el desasosiego derivado de los trastornos abdominales, por ejemplo, tras un carcinoma peritoneal.
  • Compresa de ungüento de cobre rojo o de crema Aurum/Lavandula comp en el plexo solar.

El desasosiego se puede percibir también en la región del abdomen. A veces el simple gesto de colocar la mano en el plexo solar puede tener un efecto calmante. Una aplicación externa con ungüento de Oxalis WELEDA o de aceite de Oxalis WELEDA puede reforzar el efecto calmante. En caso de pacientes nerviosos, inquietos y tensos, una aplicación con ungüento de cobre Cuprum metallicum 0,4 % WELEDA o el ungüento de cobre rojo de WALA pueden destensar, relajar y calmar y además, proporcionan calor; para centrar y tranquilizar, ungüento de Aurum/ Lavandula comp. WELEDA.

Fricciones rítmicas y de otros tipos

  • Fricción en los pies con ungüento Cuprum metallicum 0,4 % WELEDA o ungüento de cobre rojo WALA
    Las extremidades frías son expresión de tensión anímica y se pueden compenetrar con calor con una aplicación de cobre. Los pacientes se sienten más aliviados anímicamente y pueden relajarse.
  • Fricción de la estrella de cinco puntas, centra a la persona y refuerza la acción del yo. Ver https://www.pflege-vademecum.de/pentagrammeinreibung.php?locale=en .  
  • Fricción en pies con aceite etérico de Lavándula 10%. La lavanda calma, relaja y da calor a las extremidades frías.
  • Fricción con aceite de Melisa de WALA, envoltorio de aceite o fricción en el vientre, alivia los espasmos, surte un efecto carminativo. Se emplea en caso de trastornos producidos por espasmos o meteorismo.  
  • Fricción con aceite de Solum uliginosum comp. WALA. El Solum crea una capa de calor  y protege de las influencias externas; para pacientes nerviosos, anímicamente desprotegidos.
  • Fricción en pantorrillas con ungüento de Pallasit WELEDA. El hierro meteórico puede infundir coraje y autonomía en caso de ansiedad y miedo.
  • Fricción en manos con Aurum/Lavandula comp WELEDA o con aceite de Rosa WALA en caso de necesidad, por ejemplo, cuando el paciente no se está quieto. Una fricción de manos que “respire”, oscilando entre la compactación y la disolución, armoniza la inspiración y la espiración. Los pacientes se tranquilizan y a veces se quedan dormidos.

Baños y lavandas

  • Baño sonoro (1) para pacientes debilitados e intranquilos. La corriente y el ruido del agua ondulante relajan y estimulan.
  • Baño de dispersión de aceites (1) con cepillos. Los baños con dispersión de aceites de diferentes tipos surten un efecto calmante y tonificante con ciertos pacientes, a los que les estimula su propio calor y les crea orden.

Más recursos de enfermería

  • “Contacto con calor” : Tocar la espalda  del paciente, por ejemplo, el coxis o los hombros y  darle sostén (te cubro las espaldas) o hacerle un frotis en los pies son medidas eficaces. A menudo resulta útil ayudar al paciente a sentarse con la ayuda de varios enfermeros o de familiares. Sentirse arropado y cálido le ayuda a tranquilizarse.
  • Si el enfermo terminal no acepta el contacto físico, generalmente resulta útil estar allí presente, en silencio. A veces cantar en voz baja o tatarear una melodía puede ayudar a calmarle. Lo importante es que el enfermero transmita serenidad.
  • Cofia de árnica, sobre todo para pacientes con metástasis cerebrales o con tumores primarios del cerebro. Instrucciones: https://www.pflege-vademecum.de/arnika-kopfhaube.php?highlight_words=kopfhaube .

Recursos de enfermería y aplicaciones para reforzar el ritmo, facilitar el sueño o la vigilia

Por las tardes:

  • Fricciones rítmicas con aceite de lavanda o una compresa de ungüento Aurum-Lavandula en el corazón, para tranquilizar por la noche y facilitar el paso del día a la noche, un momento que suele ir acompañado de muchos miedos. A menudo el paciente se tranquiliza ya durante la fricción y se queda dormido. La compresa de ungüento en el corazón se puede llevar abrazada, como si fuera un peluche, toda la noche.
  • Ritual: pronunciar una oración, un verso para adentrarse en la noche y si el paciente lo desea, recitarlo con él o recitárselo. Muchos pacientes desean recibir ayuda espiritual, pero no pueden expresarlo y a menudo este deseo no es atendido. Algunos pacientes conocen oraciones excelentes que les ayudan. Una sugerencia pueden ser, por ejemplo, los Versos meditativos de Rudolf  Steiner (2).
  • Las lámparas de cristal de sal son una fuente de luz cálida que infunde seguridad de noche. A veces dejar entreabierta la puerta de la habitación tranquiliza. El paciente se da cuenta de que no está solo. Al igual que en la infancia, los ruidos cotidianos no molestan, sino que tranquilizan.

Por la mañanas:

  • Para poder iniciar bien la jornada tras el despertar, puede resultar útil un pediluvio con leche de baño de romero de WELEDA o un pediluvio de limón o lavar los pies con Citrus Oleum aethereum 10 % WALA. Todos estos productos aportan calor y refuerzan la acción del yo.

Al practicar estos cuidados de enfermería y observar sus efectos el enfermero va formando su propia experiencia, gracias a la cual aprenderá a aplicar de forma individualizada estas medidas, adaptándolas al paciente.

Bibliografía

  1. Bezuijen T. Berührt werden durch Äußere Anwendungen: Ihre Wohltat und Wirkung in der onkologischen und palliativen Pflege. Verlag Reith/Hendriks & Partners; 2015.
  2. Steiner R. Wahrspruchworte. GA 40. Basel: Rudolf Steiner Verlag; 2019.

Research news

Phase IV trial: Kalium phosphoricum comp. versus placebo in irritability and nervousness 
In a new clinical study, Kalium phosphoricum comp. (KPC) versus placebo was tested in 77 patients per group. In a post-hoc analysis of intra-individual differences after 6 weeks treatment, a significant advantageof KPC vs. placebo was shown for characteristic symptoms of nervous exhaustion and nervousness (p = 0.020, p = 0.045 resp.). In both groups six adverse events (AE) were assessed as causally related to treatment (severity mild or moderate). No AE resulted in discontinuation of treatment. KPC could therefore be a benefical treatment option for symptomatic relief of neurasthenia. The study has been published open access in Current Medical Research and Opinion:  
https://doi.org/10.1080/03007995.2023.2291169.